La historia de la ciudad de Terrassa va inevitablemente ligada a su evolución industrial, que ocasionó importantes transformaciones sociales y culturales, patentes hoy en el perfil de la ciudad.

La transformación industrial de Terrassa se remonta a principios del siglo XIX con el desarrollo de la industria textil lanera. Las mejores técnicas se inician con la introducción de la máquina de hilar (1832) y la máquina de vapor (1833), aunque la pieza más importante de esta expansión del sector textil serían los telares Jacquard, en 1845. En 1842 se construye la Mina Pública de Aguas, como proveedora de agua tanto a nivel doméstico como industrial, alimentando las máquinas de vapor de la nueva industria.

Este proceso se ve favorecido por la mejora de las comunicaciones, donde destaca la construcción de la Carretera de Barcelona (1845) y la llegada del ferrocarril (1856), que comunicaba Terrassa, Barcelona, Manresa y Zaragoza.

El crecimiento industrial fue acompañado de la expansión demográfica y urbanística. La necesidad de mano de obra generó una inmigración procedente tanto de otros lugares de Cataluña como del resto de España.

Todo este proceso tuvo su reflejo en el urbanismo de la ciudad. La villa de Terrassa se expandió más allá de su estructura medieval hacia el Norte, atravesó la Riera del Palau, hacia el Oeste (urbanización de la Rambla, el Torrent de Vallparadís, etc.) y creció hacia el Sur por la Carretera de Montcada.

Terrassa obtuvo el título de ciudad en el año 1877 y fue dotando a su población de los servicios que el crecimiento industrial iba exigiendo. El proteccionismo económico fomentó la creación de la Caixa d'Estalvis de Terrassa (1877) y del Banco de Terrassa (1881).

Masia Freixa (Acuarela de Luisa Guerrero)

Todo ello provoca el incremento en la construcción de edificios industriales, textiles y de servicios: el Ayuntamiento (1900-1903), el Mercat de la Independència (1908), el Palau d'Indústries (1902)...

La burguesía industrial también jugó un papel social y cultural importante impulsando movimientos como el "modernisme" y el "noucentisme".